Las dietas y la obesidad

No es oro todo lo que reluce y lo que a veces parece evidente no lo es. Hacer dieta cuando estás obeso no es lo mejor para adelgazar
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Las dietas y la obesidad


Como todos sabéis, cuando una persona tiene sobrepeso tiene que ponerse a dieta, y si ese sobrepeso es obesidad, esa dieta tiene que ser todavía más restrictiva. Esto se basa en que el sobrepeso es debido al desequilibrio calórico, a la diferencia entre ingreso de calorías y su consumo, de tal modo que las personas cuando hacen más ejercicio se adelgazan y cuando comen menos también y viceversa.

Hasta aquí estamos todos de acuerdo que en primera instancia eso se cumple y por tanto, cuando cambiamos nuestra dieta habitual, pobre en nutrientes y rica en calorías por una más variada, o simplemente diferente, pero que incluya más alimentos nutritivos y menos calorías, rápidamente lo notamos en la báscula, dando cuenta de un rápido adelgazamiento en pocos días. Si a la vez lo complementamos con un aumento de ejercicio todavía se nota más y los resultados son mejores.

Pero curiosamente, cada día son más las personas que han probado estos métodos de contar calorías de resultado inmediato y que después tienen un efecto yoyo porque volvemos a la misma dieta de siempre, la hipercalórica, con un hambre voraz que recupera los kilos rápidamente y que nos deja sin energía para seguir haciendo ejercicio físico que desgaste los excesos energéticos contenidos en nuestro cuerpo.

Aunque bien es cierto que en la sencillez está la respuesta, esta visión simplista de las calorías, es demasiado simplista porque se ampara en una visión de cuerpo inerte, como si fuera un saco o un depósito, que tiene un orificio de entrada y uno de salida y cuyo tamaño depende del tamaño de los orificios. El cuerpo humano está vivo, como el de los animales, y por tanto es el cuerpo el que toma las decisiones respecto a lo que va a hacer con la comida que le echamos, a la vez que va a ser él quien decida cuanta hambre tenemos.

Seguramente los recuentos calórico-energéticos con los que la ciencia trata de explicar el aporte de energía al organismo sean ciertos, y si nuestro cuerpo simplemente fuera una caldera, o un horno, cada uno de ellos ardería provocando una cantidad de calor (caloría: la cantidad de calor necesaria para elevar un grado la temperatura de un gramo de agua) diferente según el caso de cada uno. Si nuestro cuerpo simplemente se dedicara a almacenar todo lo que se le echa, así sería.

Claro está que eso no es cierto, ya que la autonomía que el organismo tiene para realizar la digestión, es decir, el procesamiento y absorción de los nutrientes, puede variar entre personas, entre su estado de ánimo, entre el estado de su flora intestinal, la hora del día, la ubicación geográfica, la edad, el sexo…vamos, que 2+2= 3,5=4,87=1,39….dependiendo de muchos factores.

En esos casos en los que la persona tiene que adelgazar y se somete a un cambio dietético nadie tiene en cuenta todos esos factores y mucho menos su estrés y su auto-aceptación. La frase típica de mis clientes: “yo como por ansiedad”…”es la ansiedad por el dulce la que me puede”…Y uno se pregunta: ¿Qué has hecho para tratarte la ansiedad? ¿Qué es eso de la ansiedad por el dulce?. A la vez que si les preguntan cual es la razón para adelgazar la gran mayoría no lo quieren hacer para estar mejor sino para huir del rechazo social de la obesidad, el cual es otro factor de estrés.

De este modo, tenemos personas que no se aceptan como son, que la sociedad las rechaza, que viven en el estrés, que probablemente su vida emocional es un desastre, que viven frustradas porque no son capaces de adelgazar, que se sienten culpables de ser “gordos”, que todo se les hace cuesta arriba y que además de no tener energía para afrontar la situación tienen que vivir en la permanente disciplina de la dieta hipocalórica imposible de cumplir y en un plan deportivo que siempre queda en el aire.

Tómate un tiempo para reflexionar el párrafo anterior y después responde estas preguntas: ¿Con ese panorama es bueno realizar dietas restrictivas, provisionales, hipocalóricas, impuestas… que se sabe de antemano que van a fracasar? ¿Puede la persona obesa realizar cada ciento tiempo una nueva dieta diferente de la anterior sin tratar previamente los aspectos del estrés y las emociones? ¿Puede seguir la persona consumiendo productos dietéticos de dudosa naturalidad como la panacea de la nutrición y qué opinará el cuerpo de ello?   

Si es tu caso, si tienes un sobrepeso elevado, mírate por dentro. No mires tu cuerpo sino tu corazón y date cuenta de cuáles son tus emociones. Repasa tu vida desde el pasado hasta la proyección de futuro y piensa en qué te gustaría cambiar aparte del peso. ¿Todo está bien? Si es así: “Felicidades”. Pero estoy seguro que no lo es, por mucho que te empeñes en tapar lo que no quieres ver. Por mucho que lo quieras ocultar a tus ojos aquello sigue allí, en lo más profundo de tu inconsciente y hasta que lo resuelvas tu cuerpo puede tener tendencia a seguir manifestando lo que en tu mente ocurre.

También es posible que en esta vida todo esté bien, y que el problema venga de otras vidas ¿Alucinas? No alucines, se ha dado en muchos casos. Personas que han podido mediante hipnosis y terapia regresiva recorrer otras vidas ha tenido el conocimiento de saber qué ocurrió en ellas y que ahora les condiciona la actual de modo que al ser conscientes de ello, dejan de sentir un estrés que no sabían de donde viene y dejan de engordarse.

¿Y qué tiene que ver esto con las calorías? NADA. El cuerpo es el reflejo de la mente y si la mente está calmada el cuerpo lo refleja mediante un estado saludable, libre de síntomas, libre de desviaciones, libre de alteraciones. Esa es la razón por la que hay personas que se machacan cada día en el gimnasio consiguiendo solo unos resultados decepcionantes a la vez que hay personas que nunca hacen deporte, comen lo que quieren y no engordan.

Por eso, si necesitas hacer cambios en tu dieta ve al dietista, pero si necesitas solucionar un elevado sobrepeso, primero resuelve tu estrés y tus emociones y luego ve al dietista para potenciar todavía más el efecto liberación emocional. Nada adelgaza más que sentirse en calma, protegido, con tiempo para todo y seguro de todo lo que haces, aceptándose a uno mismo como lo que es: UN SER DIVINO ALOJADO EN UN CUERPO TERRENAL.
Si estás gordo/a quiérete y acéptate como eres. Ese es el primer paso para adelgazar.

Miguel Alarcón
Especialista en hipnosis para tu bienestar
Especialista en ayudar a superar los problemas derivados de las adicciones
Web:https://www.centromagna.com
Mail: miguel@centromagna.com
Tel.: 619 788 150
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